Un propietario con una vivienda que tiene un arrendamiento en curso puede encontrar una oportunidad comercial importante y plantearse si legalmente puede aprovecharla. La pregunta más clásica en este sentido es: ¿puedo vender el piso con inquilino incluido?

En DataVenues te contamos todas las claves sobre este proceso, qué dice la ley y qué opciones tienes realmente.

¿Se puede vender un piso con inquilinos dentro?

Vamos directamente a responder la pregunta principal: ¿se puede vender un piso alquilado? La respuesta es que sí y la normativa legal que lo aprueba es la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU).

Claves para vender un piso con inquilino

Aunque la ley nos dice que podemos vender una vivienda alquilada, también especifica las condiciones que tenemos que cumplir para ello:

• Hay que informar al comprador de la situación de arrendamiento vigente.
• Hay que informar al inquilino en casi todas las situaciones (más adelante analizamos las excepciones).
• Si no se ha renunciado a ella, hay que cumplir la cláusula de derecho de adquisición preferente, que básicamente consiste en que el inquilino actual tiene prioridad a la hora de comprar la vivienda.

Casos donde no es obligatorio notificar al inquilino la venta

Como indicamos, hay excepciones que, si se cumplen, permiten vender un piso con inquilino sin tener que notificarle de la venta. En concreto son las siguientes:

• Si el edificio al completo, aunque pertenezca a varios propietarios, se vende conjuntamente a un mismo comprador.
• Si el vendedor es propietario de varias viviendas o incluso de todo el edificio y realiza una venta conjunta.

Consejos para vender una casa alquilada

Vender un piso con inquilino nos puede enfrentar a diversas situaciones y a distintos planteamientos, como los siguientes:

¿Se puede echar a un inquilino para vender el piso? ¿Se puede vender un piso con inquilino de renta antigua? ¿Hay que mantener vigente el contrato de alquiler al vender un piso con inquilino?

Hay muchas soluciones a estos supuestos. A continuación, vemos algunos ejemplos de ello, que también te servirán de consejos para conseguir una venta satisfactoria para todos los implicados:

Negociación con el comprador

En general pensamos que la venta de un piso está enfocada a propietarios que quieren vivir con él, pero no siempre es el caso. Por ejemplo hay fondos de inversión interesados en adquirir inmuebles para obtener rentabilidad a base de arrendamientos.

De hecho, hay tanto empresas como profesionales que aprovechan nuestro Big Data inmobiliario y nuestras herramientas de estudios de mercado inmobiliario, para conocer la oferta de inmuebles existente que se ajustan a esta situación.

En este sentido, vender un piso con inquilino es justo lo que buscan estos compradores. ¡Por tanto se dan las condiciones idóneas para la operación!

Pueden darse otros supuestos. Quizás el comprador no esté interesado en entrar a vivir inmediatamente. En este caso podemos negociar con él que mantenga el contrato de alquiler vigente hasta que considere óptimo.

Negociación con el inquilino

La primera negociación que debemos tener presente al vender un piso con inquilino es la relativa a la cláusula de derecho de adquisición preferente. Es posible que le interese la compra de la vivienda al precio indicado, en cuyo caso la ley le ampara para aprovechar esta oportunidad.

Por supuesto, te aconsejamos aprovechar nuestra herramienta de valoración de inmuebles para identificar el mejor precio posible con el que puedes obtener la mayor rentabilidad. De esta forma la venta del inmueble siempre te interesará, sea quien sea el comprador.

Otra alternativa que tenemos es negociar con el inquilino la finalización del contrato, ya sea para que al llegar a su fecha de vencimiento no se realice una renovación o bien para una cancelación temprana.

¿Cuándo puedo vender mi piso alquilado?

Como te hemos detallado, se puede vender un piso con inquilinos dentro en cualquier momento. No obstante, te recomendamos informar debidamente a todas las partes, respetar los plazos existentes para la toma de decisiones (por ejemplo si el inquilino quiere pensarse la posible compra del inmueble) y realizar los trámites administrativos y de documentación necesarios para una operación de compraventa con éxito.