iBuyer: ¿cómo te ayuda a vender tu piso?
2024-10-31
El análisis del rendimiento es un proceso muy recomendable para cualquier negocio, si se busca mejorar en cuanto a competitividad, rentabilidad y beneficios. En este sector los KPIs inmobiliarios son los que nos pueden ayudar a alcanzar estos objetivos.
El nombre de KPIs inmobiliarios viene de Key Performance Indicators (Indicadores Clave del Rendimiento). Se trata de métricas que pueden aprovecharse para analizar el rendimiento de una agencia inmobiliaria o de un profesional en concreto.
Estas métricas pueden ofrecernos información precisa sobre distintos ámbitos del negocio inmobiliario en cuanto a generación de leads, tiempo medio para vender un inmueble, rendimiento de estrategias promocionales, etc.
El análisis de los KPIs inmobiliarios deriva en conclusiones acerca del rendimiento generado y las oportunidades potenciales de mejora existentes.
En la actualidad disponemos de distintas herramientas para la medición y el aprovechamiento de los KPIs inmobiliarios. Estos son algunos ejemplos prácticos que pueden aplicarse:
Cada sector puede tener sus KPIs clave para el análisis de la rentabilidad del negocio y de la capacidad comercial de sus profesionales. En el sector inmobiliario, los KPIs esenciales que podemos determinar estarían dentro de este listado:
El mercado inmobiliario coincide con muchos otros sectores en cuanto a objetivos básicos de rentabilidad y es que los leads que se han obtenido marcan la trayectoria óptima de la empresa.
Los leads representan los clientes potenciales que se consiguen y este valor queremos que siempre esté en aumento. Pero además de identificar la cantidad, es importante analizar la metodología, es decir, cómo se han obtenido esos leads y qué podemos hacer para ampliarlos en el futuro.
De forma inseparable, la rentabilidad de una agencia inmobiliaria relaciona tanto los leads captados como su conversión a clientes reales.
Básicamente lo que este valor nos ofrece es la eficacia en la estrategia de marketing y ventas del equipo profesional. Hacer un seguimiento de todo el proceso hasta la firma del contrato, puede ayudarnos a mejorar de forma constante este lead.
Lo ideal es poder cerrar una operación inmobiliaria en el menor tiempo posible. Analizar este valor es importante para confirmar si estamos dentro de unos ratios temporales aceptables o hay pasos en el proceso que ralentizan en exceso la obtención de objetivos.
En el sector inmobiliario el tiempo juega en contra. Cuanto más tardemos en conseguir una venta del inmueble, su precio puede verse afectado.
Y a la inversa, un precio bien ajustado puede acelerar el interés de compradores y su consecuente firma. Los estudios de mercado inmobiliario y herramientas de valoración de inmuebles nos pueden ayudar a mejorar en este campo.
En el mercado inmobiliario también es importante la retención de clientes, sobre todo en vistas a futuras operaciones comerciales.
Entre los KPIs esenciales debemos incluir el servicio al cliente, su índice de satisfacción y el porcentaje de fidelización.
Un KPI puramente económico que, sin embargo, resulta clave analizar para ponderar la eficacia de nuestra estrategia de venta.
En la rentabilidad por la venta de un inmueble hay que incluir todos los gastos, comisiones y demás valores económicos con un objetivo claro: debemos reducirlos todo lo posible sin afectar con ello a nuestra capacidad comercial.
En este ámbito podemos incluir cualquier tipo de estrategia, aunque lo normal es identificar la eficacia del marketing aplicado.
En la actualidad es muy fácil medir la efectividad de campañas publicitarias (sobre todo online), para identificar dónde invertir más o qué aspectos mejorar en el futuro.
Los KPIs inmobiliarios nos permiten una medición fiel del desempeño profesional de la empresa y de la plantilla a nivel global.
Un buen análisis de los KPIs inmobiliarios nos ayuda a establecer objetivos concretos, medir la eficacia del negocio en la actualidad y su progresión, siempre con el fin de mejorar día a día en nuestro trabajo.
Añadir KPIs inmobiliarios a la estrategia de análisis empresarial ayuda a tomar decisiones bien asentadas sobre cómo mejorar la rentabilidad de la agencia. Para ello resulta clave tanto diseñar una estrategia de análisis óptima con objetivos claros, como también contar con herramientas de medición apropiadas que nos permitan sacar las conclusiones necesarias para ir mejorando, poco a poco, la consecución de objetivos y la eficiencia de nuestros profesionales.
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