El alquiler de un piso es una operación inmobiliaria que se mantiene activa durante toda su vigencia. No es lo mismo que sucede con una compraventa que, tras cerrarse y formalizarse el acuerdo, se da por finalizada.
El precio de un alquiler lo normal es que se modifique periódicamente, algo que puede suceder tanto al alza como a la baja. Sobre todo para este último caso, tendremos que aprovechar las mejores estrategias de negociación.
Te contamos cómo negociar el precio del alquiler de un inmueble y cómo nuestra plataforma de Big Data inmobiliario también puede serte de ayuda en este aspecto.
¿Cuánto puede subir el alquiler de un piso?
El precio de un alquiler puede negociarse tras la finalización del periodo de vigencia del contrato actual, por lo general una vez al año.
La subida del precio está condicionada sobre todo por estos tres factores:
- Condiciones del contrato: en algunos casos se especifica con detalle cómo y cuándo se va a producir esta subida.
- Negociación entre ambas partes: debe haber un acuerdo entre inquilino y propietario, por lo que depende de los dos el precio que se pacta para confirmar que el contrato se renueva.
- Índice de referencia: si está establecido, sirve para que la subida del precio del alquiler sea acorde a condicionantes del mercado, aunque siempre puede negociarse.
Claves para negociar el precio del alquiler
A continuación te ofrecemos algunas claves con las que puedes negociar el precio del alquiler con posibilidades de que se ajuste a los intereses de tus clientes:
Revisar el contrato de alquiler
Es imprescindible conocer las condiciones del contrato de alquiler vigente, así como por descontado la legislación actual, para saber los límites que existen a la hora de negociar el precio de un alquiler.
Algunos contratos especifican todo lo relativo a posibles variaciones del precio del arrendamiento, para que la negociación no llegue a un punto muerto y tenga bases sobre las que justificarse el posible cambio de precio.
Analizar el mercado en la zona
DataVenues te puede ser de gran utilidad en este sentido. Aprovecha las funciones de captación inmobiliaria y de valoración de inmuebles, para conocer los precios del alquiler en inmuebles de esa zona o incluso las variaciones que han tenido en los últimos meses.
Con datos fiables y actuales, es más fácil negociar el precio de un alquiler, ya que el propietario no querrá correr el riesgo de que sus inquilinos se marchen a otras opciones más económicas.
Comunicar planes a largo plazo
En el mercado inmobiliario la estabilidad es un valor muy atractivo y difícil de encontrar. Si la voluntad del inquilino es quedarse en la vivienda durante mucho tiempo, es posible negociar el precio del alquiler a la baja, ya que se garantiza al propietario que va a contar con esos ingresos de forma estable.
Destacar deficiencias de la vivienda
Si la vivienda presenta algunas deficiencias o tiene condicionantes que afectan a la calidad de vida de los inquilinos, es posible negociar a la baja el precio del alquiler o la posibilidad de que se tomen las medidas oportunas para resolver estos problemas.
Defender el historial del inquilino
Un buen inquilino es un tesoro y el historial de arrendamientos anteriores que lo justifique puede servir como instrumento de negociación.
Para el propietario es una garantía contar con alguien que cumple sus pagos, que no genera conflictos y que, en conjunto, es un excelente inquilino por el que vale la pena rebajar el precio del alquiler a cambio de que siga renovando el contrato.
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